Este jueves, un terrorista islamista, de origen iraní, apuñaló a numerosas personas en un autobús público en la localidad alemana de Lübeck, en el estado de Schleswig-Holstein. Diez personas resultaron heridas, tres de ellas de gravedad, aunque el ministro del Estado, Hans-Joachim Grote, aseguró que el sospechoso de 34 años apuñaló a seis personas.
Uno de los testigos ha reconocido en declaraciones recogidas por el diario alemán Bild, que el terrorista tenía un producto inflamable listo para ser usado.
Bodo Z., ex carpintero de 74 años, explica en declaraciones al diario alemán que recogemos en Caso Aislado: «Cuando entré en el autobús me fijé que había un hombre vestido con ropa que le cubría todo el cuerpo. Iba con una camisa, un jersey y un abrigo que le cubría todo el cuello».
«Más tarde, la parte delantera del autobús se lleno de humo y ese hombre apareció para comenzar a apuñalar a la gente. Primero apuñaló a un hombre que iba en silla de ruedas y después atacó a mi acompañante», explica.
«Varias personas lo cogieron para que dejara de apuñalar a la gente. Yo conseguí golpearlo en la cabeza y entonces dejó de moverse», asegura.
Más tarde, los investigadores encontraron en su mochila un producto acelerante de fuego, que crea un fuego mucho más intenso y que se propaga rápidamente, confirmándose que el terrorista iraní quería quemar el autobús con las víctimas en su interior.