Los rescatistas han logrado sacar este martes a todos los niños y al entrenador del equipo de fútbol que habían quedado atrapados en una cueva al norte de Tailandia.
Tras el éxito que se vivió en la primera y segunda misión, en las que se lograron rescatar un total de ocho niños, el equipo internacional de buzos, formados por 18 miembros, se adentró este martes, antes de lo esperado, con el objetivo de sacar a las cinco personas que quedaban dentro, además de un doctor y tres marines que han estado con ellas.
El equipo de 12 niños quedó atrapado en una gruta a más de cuatro kilómetros de la entrada de la caverna. Para poder lograr alcanzar dicho punto de la cueva, los buzos expertos tuvieron que atravesar cientos de metros de laberínticos pasadizos, parcialmente inundados y numerosos desniveles con visibilidad nula.
Todos los rescatados han sido trasladados al hospital más cercano, donde están siendo sometidos a diferentes pruebas médicas para comprobar que están en óptimas condiciones.
Un buzo español ha formado parte del equipo de rescate como voluntario
Tal y como informamos este lunes en Caso Aislado, Fernando Raigal, ha sido uno de los dos únicos buzos civiles que han estado participando en el dispositivo de rescate.
Raigal, que trabaja como buzo para empresas petrolíferas, acudió como voluntario, ya que se formó en la Armada Española y está especializado en buceo de gran profundidad.
Una de sus tareas ha sido la fijación de los cables que sirven como guía en las zonas inundadas. Su presencia estuvo en las zonas intermedias, ayudando a trasladar botellas de oxígeno y demás materiales que fueron claves en el rescate de los niños y su monitor.
