En los últimos días hemos informado en CasoAislado.com de las terribles violaciones que han salido a la luz en la localidad finlandesa de Oulu, situada al norte del país.
La prensa local se ha hecho eco de la detención de un total de 16 refugiados, todos ellos acusados de violar o abusar sexualmente de niñas menores de edad. Las víctimas, de entre 10 y 15 años, fueron agredidas sexualmente en la localidad de Oulu. Además, otros cuatro refugiados estarían siendo investigados.
Estas detenciones provocaron que el propio presidente de Finlandia estallara contra los refugiados que han sido acogidos en el país del norte de Europa. Sauli Niinistö dijo la semana pasada: «El derecho a la integridad es uno de los valores en los que se basa nuestra sociedad. Debe ser respetado por todo el mundo que quiera vivir en nuestro país».
«Es inaceptable que los refugiados, a los que hemos abierto nuestro país, hayan traído la maldad y hayan provocado una inseguridad que no teníamos», recalcó.
Los finlandeses están indignados con esta situación. Más de 62.000 finlandeses han firmado para retirar la ciudadanía y expulsar de inmediato a todo inmigrante que protagonice un delito sexual. A ello hay que sumar, que los finlandeses han comenzado a patrullas las calles y los centros comerciales de Oulu para evitar nuevas agresiones.
Los Soldados de Odín, patrullas formadas por finlandeses para vigilar las calles y controlar a los refugiados presentes en Finlandia, han vuelto a hacer acto de presencia para colaborar con las autoridades en la vigilancia de las zonas públicas.
Según informa el diario finés ‘Ilkka’, los Soldados de Odín han comenzado a patrullar los espacios públicos de Oulu, formando grupos de vigilancia en el centro comercial de Valkea.
Las autoridades están muy pendiente de estas patrullas, puesto que son muchos los que consideran que su única función es perseguir a los refugiados «por racismo» y no por «protección de las calles».
