Los hechos han tenido lugar en la aldea marroquí de Adar. Allí, unas jóvenes belgas se encontraban realizando labores humanitarias. Habían viajado al país africano con una ONG, para construir casas para los habitantes de la zona y arreglar algunas calles. El infernal calor que se vive en esta época en el sur de Marruecos, obligó a las jóvenes a vestir camiseta de manga corta y shorts para poder soportar las altas temperaturas
En el grupo de voluntarios había tanto chicos como chicas. En total, 37 jóvenes dispuestos a ayudar en todo lo que pudiesen. Su gran labor llamó la atención de varios periódicos de la zona que acudieron allí a dar testimonio de su trabajo.
Un hombre de Tánger, de 26 años de edad y profesor de primaria, al ver por televisión la vestimenta de las jóvenes, publicó en Facebook una nota amenazadora, en la que decía que «debían ser decapitadas para que nadie pueda desafiar las enseñanzas de nuestra religión«.
Afortunadamente, las autoridades marroquíes procedieron rápidamente a la detención de este individuo, que ahora deberá enfrentarse a un juicio por lo sucedido. El Ministerio de Exteriores de Bélgica, lugar de origen de los jóvenes voluntarios, procedió rápidamente a la evacuación de todos ellos, para evitar cualquier posible altercado.
