Un imán de origen jordano que llegó a aparecer en la lista de la Inteligencia Española de los diez imanes más radicales del país, y que a principios de los noventa llegó a ser detenido en su país por pertenecer a un grupo terrorista, se ha dado a la fuga después de que el Gobierno iniciase los trámites para su expulsión inmediata del país por encontrarse en situación irregular.
Los agentes de la Policía consideran muy posible que el fugado siga en el país, y tienen confianza en lograr su detención. «Se le encontrará antes o después y se procederá a su inmediata expulsión«.
Es muy posible que el imán se encuentre ya muy lejos del municipio de Beniaján, lugar en el que residía hasta ahora. Para cuando los agentes llegaron a su domicilio a detenerle para ponerle bajo custodia y repatriarlo, hacía ya varios días que tanto él como toda su familia ya no se encontraban en el lugar.
La mujer del imán ya tuvo enfrentamientos con la Policía durante los años anteriores. Solía salir a la calle siempre con burka y se negaba a ser identificada por los agentes. De hecho, las creencias del imán iban en contra de cualquier mínima adaptación a la cultura española. Criticaba duramente a quienes se juntaban con españoles o vestían de manera occidental, y además cada encuentro con la Policía terminaba con un «racistas» por su parte.
