La censura de Twitter vuelve a golpear directamente a la periodista valenciana Cristina Seguí.
No es la primera vez que Cristina Seguí, periodista de OKDiario y habitual tertuliana en programas de actualidad política, es víctima de la censura de Twitter, una red social que ya ha demostrado en varias ocasiones perseguir y castigar a aquellas cuentas que no aplauden las políticas de izquierdas.
Cristina Seguí es una de las periodistas que más verdades dice a través de los diferentes tuits que publica. La gran mayoría de esos tuits, tal y como ella misma dice en su biografía, están destinados a combatir la «corrección política y la ideología de género». Aunque tampoco se olvida de vapulear constantemente al separatismo o de mostrar a la sociedad los verdaderos peligros de la inmigración irregular.
Por desgracia, el luchar contra la imposición ideológica de la izquierda tiene como consecuencia tener que aguantar constantes insultos, ataques y amenazas. Y lo peor de todo es que Twitter no apoya a los que sufren esos ataques, sino a los atacantes.
En esta ocasión, Cristina Seguí ha sufrido un nuevo bloqueo de su cuenta simplemente por el hecho de defenderse de una progre que la insultaba constantemente por criticar a Pablo Iglesias.
La periodista publicó en su cuenta persona una foto, hecha pública por la propia protagonista de la misma, en la que decía: «Esta niña me escarbaba hoyos en el jardín. Hasta que le coliqué un alambre en el hocico. Uno tipo gancho. Juro que funciona».
Pues bien. Twitter, en su constante persecución de los usuarios de derechas, ha decidido bloquear la cuenta a Cristina Seguí, acusándola de «incumplir las reglas que prohíben publicar contenido multimedia de carácter privado».
La acusación de Twitter es totalmente falsa, puesto que la imagen compartida por Cristina Seguí había sido hecha pública por la propia protagonista de la foto.
Ahora, la periodista lleva cinco días esperando que Twitter decida sobre la apelación que presentó. Cinco días en los que la red social ha impedido publicar tuits a la periodista valenciana en un nuevo caso de censura que demuestra la nula libertad de información y expresión que existe en la red social.