Turquía sigue protestando por la decisión tomada por Austria. Esta semana, el canciller austriaco, Sebastian Kurz anunciaba que Austria procedía a expulsar más de 50 imanes y cerrar numerosas mezquitas para luchar contra el crecimiento del islam en el país.
Tras conocerse la noticia, numerosos países musulmanes salieron a atacar la decisión de Austria, pero ha sido Turquía el que más enfado ha mostrado con el país europeo, incluso el presidente turco, Recepe Tayyip Erdogan, ha amenazado a Austria con una guerra entre el cristianismo y el islam.
«Las medidas tomadas por el primer ministro austriaco podrían provocar una guerra entre el cristianismo y el islam«, ha dicho Erdogan desde Estambul.
Fue el viernes cuando el gobierno de Austria anunciaba la noticia en una conferencia de prensa y Erdogan ha avisado que Turquía no se va a quedar de brazos cruzados: «Van a expulsar a nuestros imanes de Asutria. ¿Pensáis que no vamos a reaccionar? Tenemos que hacer algo porque nos están atacando».
Las relaciones entre Ankara y Viena están estancadas desde el año 2016, momento en el que Erdogan procedió a realizar numerosos arrestos que fueron condenados por toda la Unión Europea.
Cada vez son más los países europeos que no ven con buenos ojos la expansión que el islam está experimentando en tierras europeas.
