No es la primera vez que la Justicia hace el ridículo ni será la última. Este martes se ha conocido la condena del Juzgado de l Penal número 1 de Almería a un padre por propinar varias bofetadas a su hija de 15 años por no hacerle caso.
La sentencia condena a siete meses de cárcel a F.R., además, no podrá acercarse a su hija a menos de 100 metros durante un año, siete meses y quince días. Tampoco podrá comunicarse con ella.
La sentencia recoge que fue el pasado 1 de agosto cuando el hombre mantuvo una «fuerte discusión» con su hija en el piso donde ambos residen, ya que es el padre quien tenía la custodia tras separarse de su mujer.
El juez señala que la discusión se produjo porque la menor «no acataba las indicaciones de carácter educativo que le daba su padre».
El padre reconoció que «cogió de los pelos a su hija y le dio al menos dos bofetadas», mientras que la defensa de F.R. pidió que se apreciase «eximente completa de ejercicio legítimo de un derecho, al entender como recoge en su informe que el acusado, como padre de la menor, se encontraba en el correcto ejercicio de los derechos y obligaciones que le vienen impuestos en el ejercicio de la patria potestad».
Para el juez, dar dos bofetadas para educar a una hija es una «extralimitación en su derecho de corrección, pues cuando ejerce el mismo tiene que ser a través de actos que beneficien a la menor, que la proteja de alguna manera, lo que no ocurre, cuando por llegar un poco tarde a la hora fijada por el padre, la coja violentamente por los pelos y le dé unas bofetadas».
El abogado del condenado ha presentado un recurso de apelación contra esta condena.
— ¿Cuando se va a exigir un exámen siquiátrico para ejercer de juez? Casos como el de Carmena y otros indignos de impartir justicia son demasiado frecuentes. Si la quiceañera es un pendón bervenero las dos bofetadas de su padre son en su beneficio. Una bofetada de tu padre nunca creó traumas sino que te puso derecho. ¿Y ahora, qué? ¿Además de la cárcel, tendrá el padre que irse de casa durante un año para cumplir la orden de alejamiento? Y mientras la niña, capáz de denunciar a su propio padre, viviendo del cuento y mantenida por el padre.- Parece que hay jueces que tanto estudio les ha dejado mentalmente tocados, presuntamente, claro.
corrijo verbenero y no bervenero.