Sebastian Kurz, canciller de Austria, es uno de los mandatarios que más duros se está mostrando con la llegada masiva de inmigrantes.
Junto a Viktor Orbán, presidente de Hungría y Andrzej Duda, presidente de Polonia, Kurz apuesta por una Europa que cuente con fronteras «fuertemente protegidas» que impida el libre acceso y circulación de los inmigrantes y refugiados por el territorio europeo.
En una conferencia de seguridad que ha tenido lugar en la ciudad alemana de Múnich, Sebastian Kurz ha asegurado: «El flujo de inmigrantes podría minar la paz y la prosperidad de Europa».
«Para asegurar la paz en la Unión Europea debemos recuperar las fronteras que existían en la Unión Europea hace tiempo. Tampoco debemos olvidarnos de fortalecer y defender las fronteras exteriores. Si no lo hacemos, nuestro mundo estará en peligro», ha dicho.
Además, Kurz añadió: «Los países árabes y africanos van a seguir siendo exportadores de inmigrantes. Hay muchos conflictos en la zona y unas fronteras bien protegidas nos evitarán muchos problemas».
Por su parte, la Unión Europea, con países como Bélgica y Alemania a la cabeza, siguen optando por permitir la llegada controlada de inmigrantes. Incluso Naciones Unidas no duda en afirmar que la inmigración es positiva para los países receptores.