Después de que ayer el Ministerio de Sanidad eliminase de las estadísticas a casi dos mil fallecidos por coronavirus, hoy ha vuelto a haber una nueva sorpresa en los datos diarios facilitados por el Gobierno. Se han sumado nuevamente 248 casos de fallecidos, además de añadir otros 35 decesos en las últimas 24 horas.
Resulta extraño que después de haber centralizado absolutamente todos los recursos del Estado en el Ministerio dirigido por Illa, todavía puedan traspapelarse decesos o peor aún, lo ocurrido ayer, con miles de casos eliminados de las listas.
Sin embargo, Sanidad ha evitado dar demasiadas explicaciones sobre lo sucedido. Lo único que ha trascendido es que se ha dado «fecha de defunción» a algunos «casos antiguos». No obstante, según han afirmado, posiblemente continúe habiendo un baile de números en los próximos días.
Lo más sorprendente es que es algo que parece que viene repitiéndose desde el inicio de la pandemia y a estas alturas Sanidad da a entender que habrá que convivir con ello. Ya en los principios se podía apreciar un patrón de retrasos en los nuevos expedientes de los fines de semana. Ahora que los fallecidos diarios van descendiendo, se hace aún más evidente este suceso.
Los españoles ya empiezan a estar hartos de estos vaivenes en los datos, pero desde el Gobierno no hay ningún interés en comenzar a tomarse en serio las vidas de los familiares de miles de fallecidos, que en muchos casos siguen sin tener clara la causa de la muerte de sus seres queridos.
