La huelga que han iniciado los profesionales sanitarios en Cataluña es una llamada de atención necesaria ante el abandono al que Quim Torra les tiene sometidos. Los recortes sanitarios no han cesado en Cataluña desde los tiempos de Puigdemont.
Las consultas en Cataluña están colapsadas -cuentan con una de las peores tasas de médicos de familia por habitante-, las listas de espera están por las nubes, y las condiciones laborales no paran de empeorar.
La sanidad no para de empeorar
Cataluña solo es superada en precariedad sanitaria por Andalucía -donde gobierna el PSOE- con un gasto sanitario per cápita de solo 1.192 euros. La sobrecarga a la que se ven sometidos los médicos catalanes debido a la falta de profesionales, obliga a que cuando un paciente catalán pide cita con su médico de familia, solo en un 3% de los casos recibe su cita en las siguientes 24 horas, el peor porcentaje de todo el país.
Pero esta falta de profesionales no solo hace el sistema sanitario más lento, sino que además, el tiempo que dedican los médicos a sus pacientes cada día es más bajo debido a la mayor presión a la que les someten para atender a más pacientes cada día. Denuncian además que no están cubriéndose las vacaciones ni se cuenta con médicos que cubran las bajas médicas de los compañeros.
Para embajadas si hay dinero
Mientras todo esto está sucediendo, Torra ha reabierto las embajadas que fueron cerradas gracias al 155 y va a abrir seis nuevas embajadas en Viena (Austria), Beirut (Líbano), Lisboa (Portugal), Estocolmo (Suecia), Tallín (Estonia) y Zagreb (Croacia).
El propio Consejero de Acción Exterior, Alfred Bosch, va a ser el encargado de profetizar el independentismo de Torra por todas estas ciudades a gastos pagados por todos los catalanes.