El fatídico domingo 13 de enero, la familia de Julen realizaba una paella en la finca de unos primos. La desgracia quiso que el pequeño cayese a un pozo de 110 metros de profundidad. Hoy, justo 13 días después, se ha puesto fin a su rescate de la manera más trágica, encontrando el cuerpo sin vida del niño a 71 metros de donde sus padres le esperaban desde hacía casi dos semanas.
En una tragedia así todo el mundo olvida de donde vienen y se centran en lo verdaderamente importante, que hasta esta madrugada era tratar de salvar una vida. Toda España se ha unido acogiendo en sus brazos a Totalán y sus vecinos y familiares. Guardia Civil llegada desde todas las partes de España, bomberos, psicólocos, y sobre todo, ocho valientes mineros que se han jugado la vida por devolver a Julen a los brazos de sus padres.
El primer día, ya había cientos de personas en el Dolmen del Cerro de la Corona, intentando ser de ayuda en lo que acababa de suceder. Según pasaban las horas, la desgracia llegaba a oídos de más españoles, que trataban de aportar su granito de arena, ya fuera a través de las redes sociales o bien ofreciendo desinteresadamente su maquinaria o su experiencia en este tipo de situaciones.
Al final, entre todos, pese a lo complicado e insólito de lo sucedido, fueron capaces de ponerse de acuerdo y trabajar codo con codo para buscar un objetivo común, sacar al pequeño del agujero en el que se encontraba recluido. Y lo consiguieron. Algunos podrán criticar su labor, pero lo cierto es que han hecho en 13 días lo que en condiciones normales habría llevado más de 60.
Lo único cierto llegados a este punto, es que con la unión de todos españoles llegados desde todos los puntos del país se ha logrado acabar con la incertidumbre que mantenía en vilo a buena parte del país, y desgraciadamente, los restos de Julen van a poder descansar en paz. España ha demostrado ser un gran país. Nuestro más sincero pésame, de parte de toda la familia que formamos Caso Aislado, para todos los familiares y amigos del pequeño.
