Cada vez son más las profesoras que no dudan en hacer uso del hiyab en los colegios españoles, una decisión que según ella «no les hace menos mujer» y que muchos se equivocan al creer «que te incapacita para ser mujer».
En España, a diferencia de países como Bélgica, no hay ningún impedimento para que las profesoras musulmanas vayan a clase con el velo islámico puesto, una prenda que para muchos ciudadanos españoles debería ser prohibida en puestos de trabajos educativos.
En una entrevista al diario El Español, varias profesoras musulmanas no dudan en quejarse de la sociedad española, asegurando que «viven en un sistema patriarcal», olvidándose que profesan una religión machista y en la que el respeto por la mujer es prácticamente nulo.
«Teniendo en cuenta que vivimos en un sistema patriarcal, si ven que vistes hiyab, ya apaga y vámonos. Pero somos, soy, una persona de carne y hueso, con sus aspiraciones», no duda´n en afirmar.
Además, aseguran que tras los atentados de Barcelona y Cambrils, son vistas «como el enemigo»: «Nos ven como el enemigo. La islamofobia es una realidad, no hay que rechazarla usando eufemismos«.
Sobre la posibilidad de que un alumno no respeto el uso del hiyab, responde: «No lo descarto porque en España está muy implantada la mentalidad de que eres menos persona, menos mujer por llevar hiyab. Islamofobia aparte. Pero no entienden que es una cosa entre tú y tu Dios».
Lo cierto es que el uso del hiyab está lejos de ser «una opción entre tu Dios y tú». Realmente es una manera de justificarse que proporciona el Corán para sentirse mejor llevando una prenda que oprime las libertades de la mujer.
Quizá deberían hacer más autocrítica del Islam antes de meterse con la sociedad española llamándola «patriarcal».
Cómo se atreve está payasa a decir que sufre acoso y que España es una sociedad patriarcal? Nos toma está imbécil por imbéciles ? Ya está tardando en volverse zumbando a su país donde será feliz en medio de gentuza como ella. A los españoles nos da asco tanta sumisión y tanto borreguismo cuando tenemos la desgracia de cruzarnos con ellas en la calle… Sus varones las sojuzgan y las despersonalizar… Pues que con su pan se lo.coman.