En un artículo de opinión publicado en el Diari de Girona el pasado 25 de mayo, Albert Soler no dudó en comparar a los independentistas que colocan cruces amarillas con perros, incluso propuso poner playas «exclusivas» para los CDR «al igual que hay playas para perros».
«Lo que hacen los CDR es viejo», comienza diciendo. «Molestar a los catalanes y perjudicar Cataluña, -ya sea cortando carreteras o llenando las playas de cruces-«.
Tras repasar la situación que vive Cataluña, Albert Soler propone varias soluciones para acabar con el conflicto que crean los independentistas: «La primera es habilitar playas específicas para los CDR. Igual que hay playas para los perros, puede haber playas para los CDR, donde uno y otros pueden hacer sus necesidades- oler el culo a los congéneres, plantar cruces, etc- con total libertad. Y lo que es más importante, sin molestar a la gente que cuando va a la playa no aspira a nada más que espatarrarse bajo el sol, remojarse y mirar tetas. Si me apuran, los perros y los CDR podrían compartir las mismas playas, siempre que las protectoras de animales no lo vean maltrato. En este espacio acotado se podrían mover con total libertad, sin necesidad de ir atados. Y los perros tampoco».
«La otra propuesta va dirigida a los catalanes normales, si aún se considera normal a la gente que no corta carreteras ni pega a la señora ni clava cruces amarillas en la playa. Estos también pueden colaborar», dice pidiendo que «ignoren» a todos los que llevan «lazos amarillos o un pin de los presos políticos».
