Pedro Sánchez no está por la labor de convocar elecciones. El presidente del Gobierno quiere seguir okupando La Moncloa y lo hará a cualquier precio.
El rechazo a sus políticas de diálogo y negociación con los separatistas es rechazado por cada vez más españoles. Así quedará evidente el domingo, cuando en una histórica manifestación, se espera que más de 100.000 españoles llenen las calles de Madrid y la Plaza Colón de la capital para mostrar su rechazo a Sánchez y exigirle por enésima vez elecciones generales.
PP, Ciudadanos y VOX se unirán en una manifestación que no habrá símbolos políticos. Simplemente habrá banderas de España y un mismo objetivo: conseguir que Sánchez convoque elecciones.
Pero ese objetivo, ahora mismo parece inalcanzable. Pedro Sánchez tiene decidido a seguir en la presidencia del Gobierno. Fuentes internas del PSOE reconocen que el líder socialista lo tiene claro: «no va a ceder», confirman.
Pedro Sánchez es conocedor del malestar general de la sociedad española pero considera que debe permanecer en La Moncloa para solucionar la problemática catalana a su manera. Mediante la negociación e incluso con cesiones que cualquier otro gobierno habría rechazado rotundamente.
El separatismo también quiere que Sánchez siga en La Moncloa. El Govern es sabedor que solamente con él pueden seguir viendo sus exigencias cumplidas. Su excesiva blandura negociando satisface a los separatistas.
