El feminismo supremacista ha demostrado en numerosas ocasiones que solamente se manifiesta cuando lo ordenan desde la extrema izquierda.
Este jueves conocíamos el terrible suceso ocurrido en Godella (Valencia), donde una madre, María Gombau, de 27 años, asesinaba a sus dos hijos, Amiel e Ichel, de tres años y medio y cinco meses respectivamente.
De momento la Guardia Civil cree que María Gombau fue la autora de los dos asesinatos, aunque no se descarta que Gabriel Salvador Carvajal, de 32 años y pareja de esta, también participara en el terrible suceso.
Fue en la madrugada del miércoles al jueves cuando María Gombau habría acabado con la vida de las criaturas, enterrándolos en dos tumbas improvisadas situadas a 45 y 50 metros de la casa okupada en la que la familia vivía.
Las autopsias realizadas este viernes por el Instituto de Medicina Legal de Valencia confirman que ambos niños fallecieron por múltiples fracturas en el cráneo. Presentaban numerosos golpes en la cabeza, existiendo la posibilidad que fueran lanzados contra el suelo de cemento.
Este brutal asesinato ha sido prácticamente silenciado por ciertos colectivos, principalmente por los relacionados con el feminismo supremacista, expertos en tomar las calles cuando les interesa pero que en esta ocasión no ha mostrado interés alguno en manifestarse.
«Hoy echamos de menos que no se movilicen las feministas por el crimen de los nińos de Godella, que no se manifiesten contra la Administración que teniendo conocimiento de la situación de los niños no hizo nada para impedirlo», decían en Twitter.
Lo de los niños de Godella, da que pensar en la violencia doméstica pues ha sido la madre quien los ha matado.
¿No tienen nada que decir las feministas?— 𝕵𝖚𝖆𝖓𝕱𝖗𝖆𝖓 📱 (@GomezDescals) March 15, 2019
El feminismo supremacista ya ha demostrado ser experto en esconderse cuando ocurre un asesinato o violación que interesa olvidar lo antes posible. Defienden que la violencia está exclusivamente en el ADN del hombre, por ello se han negado a manifestarse y condenar con dureza el asesinato de los dos niños de Godella.
Tampoco se manifiestan cuando una mujer es violada por inmigrantes, tal y como ocurrió en Alicante, con la ‘manada argelina’ o en Sabadella, con el grupo de magrebíes que violó a una joven de 18 años y cuya agresión sexual fue olvidada por las feministas en apenas dos días.