Miles de surcoreanos han protestado ante la llegada de inmigrantes musulmanes. Pese a que los propios refugiados esperaban ser cálidamente bienvenidos por los ciudadanos de Corea del Sur, estos se han encontrado con un enorme rechazo por la sociedad surcoreana.
«¡Expulsemos a los falsos refugiados», se pudo escuchar en una de las numerosas manifestaciones que se han producido en Corea del Sur contra la llegada de cientos de yemeníes.
Miles de personas protestaron en las calles de ciudades como Jeju y por supuesto Seúl, ciudad que acogió las manifestaciones más numerosas.
«Desde una edad temprana son enseñados a tratar a la mujer como esclavas sexuales. Las golpean y las tratan de una manera que en Corea del Sur no podemos aceptar», dijo Yang Eun-ok, líder de la protesta que tuvo lugar en Jeju.
«Pueden casarse con tantas mujeres como quieran y tener todos los hijos que quieran. Ahora son 500 pero cuántos serán dentro de 10 o 20 años», se pregunta.
Jeju es una de las islas de Corea del Sur más conocidas por el turismo y por su tranquilidad. Es por ello por lo que sus habitantes se niegan a acoger inmigrantes musulmanes «que no son refugiados».
El número de yemeníes que han llegado a Corea del Sur se ha disparado en los últimos meses. En los primeros cinco meses de 2018, la cifra es de 561 por los 51 que recibieron en 2017.
