Es habitual que los políticos y los medios de comunicación nacionales hablen de «emergencia climática» y hablen de aplicar medidas drásticas para «combatir el cambio climático». ¿Pero qué opina la comunidad científica? Este jueves se ha conocido que más de 1.600 científicos de todo el mundo, entre los que hay dos premios Nobel (Ivar Giaever, Nobel de Física en 1973 y John F. Clauser, premiado con el Nobel en 2022 por sus investigaciones sobre mecánica cuántica), han firmado la Declaración Climática Mundial que lleva por título «No hay emergencia climática». El texto firmado por estos científicos y profesionales desmiente gran parte de los principales puntos defendidos por el ecologismo actual, que insiste en que la mano del hombre influye muy negativamente en el clima de la Tierra, siendo el principal motivo de algunas de las catástrofes naturales que se registran por todo el planeta.
Pero los científicos que firman esta Declaración, como decimos algunos de ellos de gran prestigio, están en contra de los argumentos defendidos por el ecologismo político. La responsable de promover este rechazo a la «emergencia climática» es la fundación Climate Intelligence (CLINTEL), que defiende que «la ciencia del clima debería ser menos política, mientras que las políticas climáticas deberían ser más científicas».
«Los científicos deberían abordar abiertamente las incertidumbres y exageraciones en sus predicciones sobre el calentamiento global, mientras que los políticos deberían contar desapasionadamente los costes reales, así como los beneficios imaginarios de sus medidas políticas», insiste este colectivo.
Los científicos que firman esta Declaración defienden que el calentamiento global es causado por «factores naturales y antropogénicos», además de ser «mucho más lento de lo previsto». Por otro lado, explican que el CO2 «no es un contaminante», siendo este un elemento «esencial para la vida en la Tierra» y por tanto, «más CO2 es beneficioso para la naturaleza» ya que «ha promovido el crecimiento de la biomasa vegetal mundial».
Asimismo, estos científicos aseguran que «el calentamiento global no ha aumentado las catástrofes naturales». «No hay evidencia estadística de que el calentamiento global esté intensificando huracanes, inundaciones, sequías y desastres naturales similares, o haciéndolos más frecuentes», dicen.
Para concluir, los científicos piden que la política climática «respete» las realidades científicas y económicas puesto que «no hay emergencia climática» y por tanto «no hay motivo para el pánico y la alarma».