Ouistreham, una localidad de algo más de 9.000 habitantes, situada en Normandía, al norte de Francia, está luchando para hacer frente a una invasión de inmigrantes ilegales que tienen como destino final llegar a Gran Bretaña.
En declaraciones al ‘Daily Mail’, el jefe de seguridad de la pequeña localidad, ha reconocido que se están viendo superados por la masiva llegada de inmigrantes procedentes de Eritrea y Sudán. Pero también llegan refugiados procedentes de Pakistán, Irán y Afganistán.
«La situación está empeorando», ha dicho. «Necesitamos ayuda urgentemente. Es necesario que haya más policía porque los vecinos están muy preocupados por su seguridad».
«Hay un gran número de inmigrantes que están esperando para poder llegar al Reino Unido. Si logran llegar entonces se correrá la voz y vendrán más. No queremos que nuestro pueblo se convierta en el nuevo destino de los inmigrantes ilegales«, continúa.
Los vecinos del pequeño pueblo están muy preocupados. Así lo reconoce Alain Hurel, un camarero de 46 años: «Todos los días están apoyados contra la pared de mi casa. No nos sentimos seguros».
Muchos de los inmigrantes tratan de meterse en los cambiones que embarcan en los ferrys rumbo a Gran Bretaña.
«Los conductores de los camiones tienen miedo a parar en los semáforos en rojo porque saben que los inmigrantes aprovechan para meterse en ellos», explican los vecinos.
Por su parte, Luc Jammet, vicealcalde de la localidad, ha explicado que el pueblo no está preparado para acoger inmigrantes: «Nuestra policía no está preparada para hacer frente a tanta cantidad de inmigrantes. Además tampoco tenemos los recursos necesarios para acogerlos».