
Desde que Capitanía Marítima de Barcelona bloquease el buque de Open Arms, su fundador, Oscar Camps, no ha parado de movilizarse haciendo uso de toda la maquinaría progre a su alcance para tratar forzar a las autoridades y conseguir zarpar nuevamente al Mediterráneo Central. Sus publicaciones en Twitter son el fiel reflejo de una rabieta infantil ante la imposibilidad de poder acudir nuevamente a las costas de Libia.
Hace unas semanas se atrevía incluso a comparar el holocausto con la tragedia en el Mediterráneo, tragedia que como se ha demostrado a través de diversas estadísticas, viene en gran parte propiciada por la presencia de según que oenegés que favorecen directamente que las mafias que trafican con seres humanos pongan en funcionamiento un negocio que ha acabado con la vida de más de 16.000 personas en tan solo 5 años. ¿Les preocupa realmente la vida de estos inmigrantes? Permítanme que lo dude.
Por otro lado, el pasado viernes salía a la luz la noticia de que Oscar Camps (fundador de Open Arms), junto con Ada Colau y Manuela Carmena, habían mantenido una reunión con el Papa Francisco. Según declaraciones de las alcaldesas, en la reunión se hablo de la importancia de seguir acogiendo inmigrantes en Madrid o Barcelona, y también tuvieron oportunidad de hablar de los perjuicios del “discurso del miedo” o del “auge de la ultraderecha”.
Esta tarde, @AdaColau, @campsoscar y yo hemos podido reunirnos con @Pontifex_es para hablar sobre la crisis de refugiados. Ha sido estimulante compartir con Francisco el interés por humanizar la política y la experiencia de hermanamiento y acogida que existe en nuestras ciudades. pic.twitter.com/eioogaiYgt
— Manuela Carmena (@ManuelaCarmena) 8 de febrero de 2019
No es la primera vez que Open Arms aprovecha su unión al pontífice, para su fundador, Oscar Camps, ha resultado una herramienta indispensable cada vez que este se ha visto en apuros. El año pasado ya consiguió que el Papa agradeciera públicamente durante una homilía la labor de la ONG en el Mediterráneo. En el año 2017, el digital católico Crux, hacía pública otra de las reuniones que Oscar Camps habría mantenido con Francisco, en aquella ocasión la ONG ya se enfrentaba a las acusaciones de favorecimiento de la inmigración ilegal por parte del Gobierno de Italia. El digital religioso hace diversas referencias a la irregularidad de los rescates de Open Arms en las costas de Libia. Bajo el titulo: “ONG con vínculos con el Papa acusada de dirigir un servicio de taxi para inmigrantes”, el portal ilustraba la noticia con varias monitorizaciones de “rescates” realizados por Open Arms. En una de estas capturas podía apreciarse como la ONG de Oscar Camps se encontraba en aguas territoriales libias y a escasas millas náuticas de la costa.

Si algo queda evidenciado es que cada vez que la ONG se ve en apuros, Oscar Camps trata de aprovechar todos sus contactos con el fin de elevar su organización hacía una buena posición en la opinión pública. Un ejemplo lo hemos visto en nuestro país durante las últimas semanas, donde a través de su perfil de Twitter etiqueta con gran frecuencia en sus publicaciones a diversas personalidades relacionadas con La Sexta o con los medios de comunicación afines al progresismo sanchista. No duda en mover cielo y tierra para tratar de legitimarse ante una opinión pública que cada día pone más en entredicho sus prácticas.
Ramzi Ali, rompe su silencio
Desde octubre del año pasado he mantenido diversas conversaciones con Ramzi Ali, militar libio de aparente juventud, Ali fue uno de los miembros de la desarticulada banda de traficantes denominada Al Bija Boys. Los chicos de Al Bija eran una autoproclamada guardia costera libia que más tarde fue procesada por traficar con inmigrantes en Libia. Tanto en una investigación del Consejo de Seguridad de la ONU, como en una publicación en el digital TRT WORLD, quedó evidenciado que la autoproclamada guardia costera formada por un grupo de militares resultó ser una auténtica banda de traficantes de inmigrantes ilegales y petróleo.

Ramzi Ali, reconoce que ellos contactaban con facilitadores de inmigrantes en la zona Zawiya, “nosotros sabíamos desde que zona de la costa zarpaban los inmigrantes, les acompañábamos durante unas millas náuticas más donde siempre estaban oenegés como Open Arms esperando para recoger a los tripulantes de estas embarcaciones”, me afirmaba Ramzi Ali.

Tras diversas conversaciones con Ramzi, le pido en un momento dado que me aporte pruebas suficientes sobre esta implicación de las oenegés en el tráfico ilegal de inmigrantes. Tras días de espera, recibí con sorpresa uno de los vídeos que ellos mismos grababan para documentar sus operativos, pues según me comentaba Ramzi Ali, para ellos este tipo de operativos era “algo normal”, “en ningún momento pensamos que estuviésemos haciendo algo ilegal, ellos querían subir a sus embarcaciones a los inmigrantes y nosotros facilitábamos esta labor”, me afirmaba Ramzi. En dicho vídeo puede visualizarse con total claridad como un grupo de inmigrantes en una balsa de dudoso sustento espera a ser recogida presuntamente por la ONG Open Arms, la cual podría encontrarse, tal y como se aprecia en el vídeo, al fondo de las imágenes.
En el vídeo no únicamente puede apreciarse la ONG al fondo, también podemos apreciar como dicha ONG podría encontrarse a escasas millas náuticas de las costas de Libia ya que balsas como la que podemos ver en las imágenes no logran adentrarse más de 10-20 millas debido a su poca estabilidad. Una evidencia más de que los propios traficantes escatiman cada vez más en este tipo de embarcaciones a sabiendas de que las oenegés realizan estos “rescates” a escasa distancia de las costas. El favorecimiento de la inmigración ilegal y la complicidad con las mafias queda más que evidenciada.
Durante días, insistí en obtener más pruebas, quería un argumento sólido y acompañado de claras evidencias que no dejase cabida a dudas, además, me ofrecí en un momento dado a prestarle mi ayuda en lo que estimase si fuese necesario. Como de costumbre y tras una larga meditación, decidió enviarme una serie de fotografías realizadas por observadores que terminaba por evidenciar la presencia de la ONG de Oscar Camps entre traficantes e inmigrantes.

La imagen no deja lugar a dudas, tanto Open Arms, como Médicos Sin Fronteras estaban en el mismo lugar y a la misma hora en presunta colaboración con los chicos de Al Bija, esa autoproclamada guardia costera que con posterioridad sería procesada por tráfico de inmigrantes en el Mediterráneo Central.
En sucesivas conversaciones con Ramzi, él no solo me hablaba de estos operativos, hemos tenido siempre tiempo para todo tipo de conversaciones. Desde su joven carrera militar, hasta su pasión por los caballos, algo que nos hizo ganar confianza ya que el que os escribe es ex militar y también siente un gran interés por el mundo de la hípica. Ni corto ni perezoso, me hacia llegar imágenes de un carácter más personal para siempre tratar de probar aquello de lo que me hablaba. “Yo no pretendo mentir, estoy muy arrepentido de lo que hice, nosotros creíamos que estábamos salvando vidas pero muchas de estas personas perdieron la vida por nuestra culpa”, llegó a afirmarme en el momento de mayor complicidad entre ambos.

Pasaban los días entre diversas conversaciones hasta que hace escasas semanas me reconocía haber estado a bordo del Open Arms. Yo recordaba haber visto un vídeo (aquí lo dejo hipervinculado) que en su momento compartió la periodista italiana Francesa Totolo, pero jamás imaginé que en ese vídeo estuviera la persona con la que estaba hablando. Él no dudo en aseverar que se encontraba allí, es más, llegó a afirmarme, “si observas el vídeo, en él aparece mi capitán, un miembro de Open Arms que nos preguntaba de donde salía la siguiente embarcación de inmigrantes y yo”. Así fue, para mi sorpresa Ramzi había estado incluso a bordo del buque de Open Arms, no podía creerlo.

Esos traficantes que según Open Arms, les amenazaban y les increpaban resultaron ser, presuntamente, sus mayores cómplices en el tráfico ilegal de inmigrantes en el Mediterráneo. Según declaraciones de Ramzi Ali, “nosotros jamás amenazamos a las oenegés, al menos cuando yo estaba a bordo con mi tripulación, esa noticia es falsa, ellos en ocasiones también trataban de mentirnos a nosotros, fue una relación extraña y con el tiempo decidimos marcar distancias”. Lejos de significar un perjuicio para Open Arms, Ramzí afirmaba que era la ONG la que significaba un perjuicio ante posibles mentiras por parte de Oscar Camps y su tripulación.

En definitiva, las evidencias están ahí, cada vez mayores y en ocasiones poco lugar a dudas permiten, no seré yo el que habrá diligencias contra la ONG de Oscar Camps, para eso está la justicia. Y en el marco de la justicia me van a permitir repicar unas palabras de José María Ruíz Soroa, Jurista experto en Derecho Marítimo: “Es cierto que el Derecho Marítimo Internacional impone a cualquier buque privado o público el deber de salvar a cualesquiera personas cuya vida se encuentre en peligro en la mar y de conducirlas a puerto seguro. Y ello con independencia de su condición y de la razón o motivo ultimo por el que se hallan en peligro. Que sean inmigrantes o refugiados embarcados deliberadamente en chatarras flotantes con el propósito de convertirlos en unas pocas millas en náufragos potenciales no modifica para nada la obligación moral y jurídica de salvamento de todos los buques que los encuentren. Ahora bien, tampoco puede el jurista ignorar que nos encontramos ante un más que evidente caso de fraude de ley (art. 6.4o Código Civil). Es decir, un caso en el que con toda deliberación se ha colocado una concreta situación o negocio bajo el amparo de una determinada ley (la de salvamento) para, a través de ella, burlar la aplicación de la que en puridad corresponde a esa situación o negocio (la de inmigración)”.
Fraude de ley, favorecimiento de la inmigración ilegal, violencia privada contra el Ministerio del Interior en Italia, una presunta implicación en el tráfico ilegal de inmigrantes,… ¿Qué más necesita la justicia española para abrir diligencias contra la ONG de Oscar Camps?