Los españoles lo tienen claro: la lesbiana que aseguró sentirse atemorizada por subir en el ascensor con dos votantes de VOX «está loca».
La lesbiana Haizea M. Zubieta, compartió un hilo en el que criminalizó a dos votantes de VOX con los que subió en ascensor a su vivienda y que sorprendentemente, se mostraron educados con ella.
«Once y media de la noche. Noche electoral. Llego al portal de mi casa después de cenar fuera. Respiro de alivio: ya estoy en casa, por fin, yendo sola de noche voy siempre alerta. Llegan dos señores también al portal justo antes. Van hablando, al principio no distingo de qué», comienza diciendo en un hilo de lo más sorprendente.
En el hilo, lleno de comentarios irrisorios, dice: Abren el portal, saludo, saludan.Siguen hablando y escucho, esta vez sí que oigo bien lo que dicen. Comentan que en no sé qué pueblo, Bocs ha sacado más votos que el PSOE. Orgullosos. Felices. Llegamos al ascensor. Me fijo en que uno de ellos lleva algo en la mano».
Once y media de la noche. Noche electoral.
Llego al portal de mi casa después de cenar fuera. Respiro de alivio: ya estoy en casa, por fin, yendo sola de noche voy siempre alerta.
Llegan dos señores también al portal justo antes. Van hablando, al principio no distingo de qué.— Haizea M. Zubieta (@hm_zubieta) November 10, 2019
Es una bandera española. La lleva arrugada, colgando del puño cerrado, de tal manera que no se distingue bien si lo que tiene en el medio es el escudo de España o es otra cosa. Llega el ascensor. Me abren la puerta. Me pitan los oídos. Me planteo decir que espero al siguiente», afirma como si estuviera narrando una historia de terror.
«Lo descarto de inmediato: Si no me he significado ya vistiendo como visto y teniendo las pintas que tengo, eso solo servirá para empeorar las cosas. Toco el botón de mi piso antes de preguntar el suyo «¿A dónde van?» y me arrepiento; ahora saben dónde vivo», sigue diciendo.
«Yo voy al octavo. Ellos, al noveno.
Ocho pisos esperando, preguntándome si irán de verdad al piso noveno, si será casualidad que hayan elegido un piso después del mío. Por suerte, lo era. Por suerte, no ocurrió nada; el horror termina ahí».
«Me bajo en mi piso. «Hasta luego», dice uno, «Hasta luego», les contesto. Me tiemblan las llaves en la mano cuando abro la puerta de casa. No he sido lista; no me he asegurado de que estuviera cerrada la puerta del ascensor antes de abrir, podrían haber mirado y verlo», insiste.
«De nuevo, no ocurre nada. Lo único que ocurre es que entro en el salón corriendo, que doy un susto a mi padre, que despierto a mi madre que está durmiendo, y que me siento imbécil, y desprotegida, y que tengo mucho miedo. Estoy bien. Estoy bien, a pesar del miedo», continuó.
Ante este hilo lleno de exageraciones, miles de españoles le han dejado que está loca: «Ve a un psiquiatra», le dijeron.
«Brutal experiencia: Encontrarse en el ascensor con dos señores que han votado a un partido que no te gusta. Para morirse de miedo. El día que te rodeen 30 tíos y te amenacen de muerte por tu manera de pensar como me ha pasado a mí por no ser separatista no sé lo que harás», le decían.
https://twitter.com/EugeniodOrs_/status/1193868405029384192
Te ha faltado el taxista marroquí. pic.twitter.com/UR2qraS0CY
— Levante (@trancanil78) November 11, 2019
Ahora imaginemoslo al revés, una señora de 75 años se va a subir al ascensor y aparecen, tal como dice elle, dos perroflautas con sus pintas con su porrete en la mano y se meten al ascensor antes que la abuela, y ni la dicen buenas tardes, y suben al 8 piso contando que han
— HOMET (@homet13gmailco1) November 11, 2019