Las medidas tomadas por el Gobierno de Pedro Sánchez están llenando de lanchas el Mediterráneo. Después de un breve periodo coincidente con el Ramadán, en el que las llegadas han descendido ligeramente, de nuevo están comenzando a llegar avalanchas de inmigrantes procedentes de los países africanos.
Salvamento Marítimo ya ha dado la voz de alarma. No hay efectivos suficientes para hacer frente a todos los rescates. Los centros de acogida no dan más de si y la situación no parece que vaya a mejorar. El Ministerio de Interior ha construido un nuevo centro temporal en Málaga con capacidad para 300 personas. Es sólo un parche.
Medidas como la tomada por el Parlamento de Cataluña, mediante la cual pretenden dar 660€ al mes a los menas hasta los 23 años, no hacen sino aumentar las partidas desde los países exportadores de inmigración. Las mafias están haciendo negocio en colaboración con la dejadez de las instituciones, que les ayudan a conseguir clientes que transportar.
Si la situación no cambia, no habrá manera de gestionar todas las llegadas. No sólo provocarán el caos en la costa del sur de España, sino también en las ciudades de destino. Recordemos que son gente sin recursos y dispuesta a todo por salir adelante. Saben de las bonanzas del estado del bienestar y están dispuestos a exprimirlo hasta la última gota.
