Conoce la política migratoria que ha destrozado a Suecia. El ejemplo que debe evitar España

Desde hace años, Suecia se ha denominado a sí misma una «superpotencia humanitaria», dejando su huella mostrándose un país neutral y ofreciendo un hogar a todas las víctimas y refugiados que lo necesitasen.

Pero posiblemente, ninguno de los suecos imaginaba que la situación iba a llegar al punto en el que se encuentra ahora. En los últimos 15 años, alrededor de 650.000 refugiados han sido acogidos en Suecia. De los 163.000 que trataron de obtener un permiso de asilo el año pasado, 32.000 de ellos lo lograron.

Suecia puede presumir, o quizá preocuparse, de ser el país desarrollado que más refugiados acepta en proporción a su población de todo el planeta. Pero el problema no radica en el número de refugiados que entran en Suecia, sino en lo mal que se integran en la sociedad del país nórdico.

Puede que para muchos Suecia sea un ejemplo a seguir en política migratoria, pero los propios suecos, están cansados de que los refugiados con permiso de asilo no logren integrarse al cien por cien en su sociedad.

Esta burbuja ha ido creciendo con el paso de los años y ahora mismo, está a punto de explotar, sino lo ha hecho ya.  Aumento de las violaciones, delitos, robos, altercados y protestas, el país sueco está viendo como su famosa sociedad, tradicionalmente ordenada y correcta, se está desmoronando.

La integración de los niños un gran problema

Si integrar a adultos en la sociedad sueca siempre ha sido complicado, la integración de niños huérfanos lo es aún más.

Durante la guerra de Iraq, anualmente llegaron cerca de 400 niños huérfanos, necesitando un lugar donde vivir, apoyo social y ser escolarizados. En 2014, la cifra sufrió hasta los 7.000 niños anuales, comenzando a ser un serio asunto que la sociedad comenzó a tener en cuenta. En el 2016, la cifra ascendió hasta los 35.000 niños.

Estos niños llegan de países como Somalia, Siria, Etiopía, Iraq, Marruecos y Eritrea y teniendo en cuenta que cada niño cuesta 200€ al día, queda claro que además de un problema social, también supone un gran gasto a las arcas públicas de Suecia.

Niños que no eran tan niños

A los problemas comunes de acoger refugiados, hay que añadir las mentiras dichas por algunos niños que en realidad no lo eran tanto. Algunos adultos no dudaron en afirmar tener menos años de los que en realidad tenía.

El caso más alarmante relacionado con esta situación es el que se dio en una violación de un joven de 12 años. El autor aseguró tener 15 años, pero una prueba dental demostró que el violador tenía cerca de 19 años.

«No hay nada que podamos hacer», reconoce el jefe de la policía fronteriza. «En algunos casos no tenemos ni la descripción de los niños. No hay nada que podamos hacer para identificarlos».

Problema de adaptación en las escuelas

Los niños que llegan como refugiados, tras un periodo de preadaptación, son enviados a las escuelas suecas, pero sin el éxito esperado, puesto que las grandes diferencias culturales y de lenguaje, impiden que los niños puedan hacer vida normal con los niños suecos.

Es por ello por lo que la solución final tomada por los centros suele ser la de hacer diferentes grupos y separar a los refugiados de los niños nativos.

«Es muy complicado relacionarse con los niños suecos cuando cada noche tienes que volver a un orfanato. Es realmente difícil conseguir que esos niños se adapten a su nuevo entorno», asegura Siggelin, psiquiatra infantil.

Los jóvenes refugiados son reclutados para cometer delitos

Camellos, bandas organizadas e incluso yihadistas. Todos ellos se aprovechan de la vulnerabilidad de los jóvenes refugiados que se encuentran en centros especializados para reclutarlos y convencerlos de cometer delitos en tierras suecas o fueras de ellas.

Según informó hace unas semanas el diario Svenska Dagbladet, el Estado Islámico estaba usando algunos de los programas públicos suecos para reclutar a yihadistas con el objetivo de atentar en otros países europeos.

«Ahora mismo no tenemos la capacidad de controlar todos los problemas que surgen al tener una inmigración tan elevada», afirman fuentes cercanas de la policía de Estocolmo.

 

Gallardo Sainz
Periodista y comunicador. Antes en el mundo del deporte, ahora escribo de actualidad.

Populares

Noticias similares