Europa entera se está viendo perjudicada por la llegada de refugiados ilegales, en su mayoría musulmanes procedentes de países africanos o árabes.
Países como Alemania, Suecia, Bélgica, Reino Unido y Francia han visto aumentar el número de violaciones y según varias estadísticas, el 92 por ciento de esas violaciones son protagonizadas por refugiados.
El Consejo Nacional Sueco para la Prevención de la Delincuencia (BRÅ), ha asegurado que en los primeros seis meses del 2017, las violaciones en el país nórdico han aumentado un 14 por ciento respecto a la primera mitad del año pasado, produciéndose 3.460 violaciones.
Contando todos los delitos sexuales, se produjeron un total de 9.680 desde enero hasta junio en el país nórdico y según el Consejo Nacional Sueco para la Prevención de la Delincuencia, desde 2013, solamente se registran el 23 por ciento de las violaciones o ataques sexuales, por lo que realmente en los últimos seis meses en Suecia se han registrado 42.000 incidentes relacionados con delitos sexuales.
Con una población femenina de cinco millones, no hay ninguna duda de que el riesgo de que una mujer sueca sea asaltada sexualmente durante su estancia en Suecia es bastante alto.
Pero el dato más preocupante de BRÅ es que el 43 por ciento de las víctimas de las violaciones por parte de los refugiados sin niños.
No es ningún secreto de que la cultura islámica siente atracción por los menores de edad. En numerosas ocasiones han defendido su tradición de casarse y mantener relaciones sexuales con menores de edad.