El imán de Ripoll «no era una amenaza para el orden» para la justicia

No se puede negar que la justicia española ha falló respecto a su decisión de dejar en libertad al imán de Ripoll y sobre todo, permitiendo que continuara viviendo en nuestro país cuando tenía una orden de expulsión que debería haberse ejecutado en 2014.

Pero este miércoles se ha sabido que el juez rechazó expulsarlo porque tenía claro que Es Satty no constituía «una amenaza real» y había demostrado «esfuerzos para integrarse en la sociedad española».

Fue el juez Pablo de la Rubia, titular del juzgado de loa Contencioso-Administrativo número 2 de Castellón quien dejó sin efecto la orden de expulsión que se había dictaminado contra Albdelbaki es Satty.

El documento reza lo siguiente: «Si bien es grave la conducta imputada [tráfico de drogas], no se puede ignorar que estamos ante un solo hecho delictivo lejano en el tiempo -hace más de cinco años que cometió el delito-, mientras que con la [prueba] documental acompañada se acredita que tiene un evidente arraigo laboral en España, que demuestra sus esfuerzos de integración en la sociedad española, por lo que entiende este juzgador que un único hecho delictivo junto con el resto de circunstancias expuestas vulnera el principio de proporcionalidad, procediendo a estimar el recurso contencioso administrativo interpuesto».

Fue el 1 de 2010 cuando el ciudadano marroquí fue detenido por un delito contra la salud pública y condenado a cuatro años y un mes de cárcel por tráfico de drogas «sin daño grave a la salud», así lo publica El Mundo.

Rafael Sánchez
Rafael es un tipo decidido. Nos informa de la actualidad política española, internacional y de la cuestión migratoria. Es un gran conocedor de lo que ocurre en otros países.

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