En Andalucía, el Impuesto de Sucesiones puede significar la ruina para aquellas familias que heredan.
Es lo que le ha pasado a Isabel María tal y como explica en el portal Libremercado.com.
Tras el fallecimiento de us padre, esta andaluza de 32 años, ha visto «destrozada» su vida por el maldito Impuesto de Sucesiones, un robo en toda regla por parte de las autoridades públicas.
Fue en 2014, dos años después de fallecer su padre, cuando la Junta de Andalucía exigía 70.000 euros a ella y a cada uno de sus dos hermanos por haber recibido la herencia de su padre: «Cada hermano habíamos pagado 4.000 euros por la herencia de mi padre, cuando de repente, recibimos una carta en la que se nos pedían 70.000 a cada uno. Como no teníamos dinero para pagarlo, a los pocos meses, nos metieron otros 15.000 euros de recargo. Y ya van por 87.000 euros».
Esta madre soltera, que tiene una niña de dos años, heredó junto a su familia una herencia que la Junta valora en «más de un millón de euros», pero que defiende que «no se corresponde con el avalor del mercado».
«Hemos puesto todas las casas en venta por menos de la mitad de lo que las valoran y ni siquiera nos lo dan», explica.
Respecto a las naves que también heredó, dice: «Si las vendemos tenemos que cerrar la empresa por la que tanto luchó mi padre».
Pero lo más grave es que la Junta de Andalucía le ha retirado la ayuda de 100 euros mensuales que recibía para su hija: «No veo salida. Me lo han quitado todo, hasta los 3 euros que tenía en la cuenta me han llegado a quitar».