Pablo Iglesias e Íñigo Errejón escondieron su enfrentamiento ante los 10.000 asistentes al congreso llamado Vistalegre II. Lejos de verse un debate intenso entre los dos candidatos a liderar Podemos, se vio un congreso en el que se reclamó unidad. Iglesias y Errejón pactaron no criticarse ante todos sus seguidores.
Nada más comenzar el congreso, los asistentes gritaron «Unidad, unidad, unidad», momento en el que los pablistas levantaban el puño y los errejonistas hacían el símbolo de la V con los dedos.
No hubo sangre
Fue Pablo Iglesias el encargado de realizar el discurso inaugural, advirtiendo de que la división dentro del partido «solamente servirá para fortalecer al enemigo».
«Hemos cometido muchos errores pero hoy y mañana esta asamblea tiene que ser un ejemplo de fraternidad, de unidad y de inteligencia», señaló Iglesias.
«La transversalidad no es parecerse a Ciudadanos o al PSOE, sino parecerse a España. No es parecerse a los viejos partidos sino a la gente que trabaja», ha añadido.
Tanto Pablo Iglesias como Errejón, escondieron sus diferencias ante los allí presentes para evitar polémicas mayores. Se vieron dos partidos distintos, pero ambos trataron de no hacer saltar las alarmas ante un público que pedía «unidad» en Podemos.
Lejos de mantener la postura de los últimos días, en los que ambos no dudaron en criticarse duramente, incluso se culparon mutuamente de romper la unidad de Podemos, mantuvieron una actitud pasiva, de unión, siendo el PP, PSOE y Ciudadanos el centro de sus críticas.