La guerra ha comenzado. Así lo han anunciado los yihadistas radicales tras el ataque que sufrió un grupo de musulmanes que salían de rezar de una mezquita en el norte de Londres.
Tras la muerte de un musulmán y diez heridos, los islamistas más radicales hicieron uso de Telegram y redes sociales para difundir un mensaje de odio contra el cristianismo, en el que se pedía a los «miembros del ejército de Alá», atacar a todos los cristianos, puesto que «odian las costumbres islamistas y no respetan al Profeta».
Ese mensaje ha motivado el atentado terrorista que tuvo horas después en París, donde un islamista radical, que estaba fichado por la policía, estampó un Renault Mégane contra un furgón policial con el objetivo de hacerlo explotar con los explosivos que llevaba en el vehículo. Afortunadamente, solamente falleció el terrorista.
«Tenemos que vengarnos. Vuestros hijos podrían ser asesinados, vuestras hermanas atacadas. Los cristianos y los judíos siempre os odiarán. Nunca os aceptarán hasta que sigáis sus costumbres», se puede leer en el mensaje.