Las alarmas han comenzado a sonar tras conocerse que una inmigrante ilegal, procedente de Albania, usó un documento de identidad falso para conseguir un trasplante de riñón.
Los hechos han tenido lugar en Reino Unido y dicha falsificación costó al Servicio Nacional de Salud más de 83.000 euros.
Fatmira Tafa, de 31 años, llegó a Reino Unido en 2014 en la parte trasera de un camión para reunirse con un hombre que conoció a través de Internet.
Nadricim Bengasi, también un inmigrante ilegal, le entregó a Tafa una identidad falsa, con el nombre de Eleni Manola y que le permitía acceder a los beneficios de ser un ciudadano de la Unión Europea, así lo asegura el diario ‘WalesOnline’.
Fue mientras vivía en Cardiff (Gales), cuando enfermó y recibió el trasplante de riñón en el Hospital Universitario de Gales en octubre de 2016, teniendo un coste de 83.000 euros para el hospital, cantidad que fue pagada con dinero público.
Si se hubiera descubierto su falso pasaporte y que se trataba de una ciudadana de Albania y no griega, se le hubiera tratado con una diálisis, para estabilizarla antes de ser enviada de nuevo a Albania, pero al usar una documentación falsa, logró colarse en la lista, adelantando a ciudadanos británicos que están en la lista de espera.
Durante los años 2015 y 2016, en Gales, había 242 pacientes esperando por un trasplante, el 10% desde hacía más de dos años. 27 de esas personas murieron esperando.
Esta mujer inmigrante, que falsificó sus datos para aprovecharse de los ciudadanos británicos y de las ventajas que tenía el ser ciudadano de la Unión Europea, pasará 14 meses en la cárcel.