No es la primera vez que las iglesias se convierten en el principal objetivo de los ataques de los inmigrantes y refugiados.
El pasado mes de marzo, en Francia, numerosos inmigrantes musulmanes asaltaron la Basílica de Saint-Denis, provocando numerosos daños e interrumpiendo la misa que se estaba celebrando.
En esta ocasión, el nuevo ataque a una iglesia se ha producido en la localidad suiza de Pfäfers. Un inmigrante somalí, según informa la versión suiza de 20 minutos, trató de quemar una iglesia, provocando daños valorados en 16.000 euros.
La policía de St. Gallen detuvo al inmigrante de 28 años, después de patrullar la zona en busca del autor de las llamas. El joven, había dejado numerosas telas y maderas en el altar de la iglesia, pero afortunadamente, un testigo de los hechos pudo apagar las llamas antes de que se extendieran por la iglesia.
La Policía, tras confirmar que había detenido al responsable del incendio, ha asegurado que el inmigrante somalí padece «problemas mentales».
Lo que hay que hacer es quemarlos vivos y transmitirlo por tv en todo el mundo
…¿ Problemas mentales ? Como siempre las autoridades queriendo engañarnos. Eso se arregla con un tiro en la cabeza y un problema menos