Es habitual escuchar decir a los defensores de la llegada masiva de inmigrantes que estos se adaptan con facilidad a las costumbres europeas, pero la gran realidad es que no solamente no se adaptan, sino que se dedican a delinquir.
En Alemania, un inmigrante afgano de 23 años ha protagonizado la noticia del día al matar a un joven de 26 años al dispararle en la cabeza en varias ocasiones.
El incidente tuvo lugar en el parking de un gimnasio de la cadena McFit. La víctima, salía de su coche cuando el asesino le disparó en varias ocasiones.
«Estaba haciendo ejercicio cuando escuché gritos y disparos. Salí de inmediato y traté de ayudar al herido, pero yo no respondía», explicó un testigo al diario digital MOPO.
Las autoridades alemanas lograron detener al asesino, que huyó en un Mercedes Clase S. La detención del inmigrante afgano de 23 años se produjo después de una peligrosa persecución policial, en la que participaron varias dotaciones de la policía alemana y un helicóptero.
La policía alemana ha confirmado que el joven arrestado está relacionado con una banda criminal que se dedica a traficar con droga.
