Independentistas radicales se han saltado las medidas de seguridad puestas por los Mossos d’Esquadra y han entrado al Parque de la Ciutadella con el objetivo de asaltar el Parlamento de Cataluña.
Tal y como había indicado que haría el Comité de Defensa de la República de Gràcia, numerosos independentistas accedieron al Parque que está junto al Parlamento de Cataluña pese a las vallas colocadas por los Mossos d’Esquadra durante la madrugada, que tenían como objetivo evitar que los manifestantes alcanzaran los alrededores del Parlamento donde tendría que haberse celebrado hoy la investidura de Carles Puigdemont.
Al grito de «Investid al presidente u ocuparemos el Parlament», cientos de independentistas ignoraron las órdenes de los Mossos d’Esquadra, quienes solamente pudieron retroceder ante la insistencia de los manifestantes. Mientras empujaban a los agentes de la policía catalana, también gritaron: «Somos gente de paz».
URGENT: des dizaines de manifest parviennent à entrer ds le parc du Parlement. Les mossos essaient de les repousser
— Elise Gazengel (@EliseGaz) 30 de enero de 2018
//
URGENTE: decenas de manifesstantes independentistas consiguen entrar en el Parc de la Ciutadella. Los Mossos no consiguen retenerles pic.twitter.com/OS4AI9Rm7K
Además, algunos de los independentistas presentes, no dudaron en subirse a los árboles que rodean el Parlamento con máscaras de Carles Puigdemont y al grito de: «El Parlamento es nuestro».
Muchos de ellos dejaron claro que no se irán de ahí hasta que haya pleno de investidura: «El TC nos la suda, queremos pleno de investidura».
Finalmente, tras la entrada de numerosos independentistas al Parque de la Ciutadella, los Mossos d’Esquadra tomaron la decisión de cerrar todos los acceso al parque situado junto al Parlamento catalán. Los agentes catalanes dejaron que salieran los manifestantes que estaban dentro, pero no permitieron la entrada a los que estaban fuera del recinto.
Somos gente de paz, quitaos de nuestro camino u os quitamos de nuestro camino. Haced lo que os ordenamos y nadie resultará herido: gente de paz. Si no fuera por lo lamentable que resulta este espectáculo, y la vergüenza ajena que causa, a uno hasta le haría gracia.