«Era imposible salvar la vida de Iván Fandiño. Sufría daños irreversibles»

El jefe de servicios y portavoz del hospital en el que fue intervenido el torero Iván Fandiño, el profesor Poirier, explicó que «era imposible» salvarle la vida: «Sufría daños irreversibles en hígado, riñón y pulmones».

«El torero presentaba en el abdomen tres litros y medio de sangre negra, proveniente de las glándulas hepáticas, señal de que el hígado había reventado a causa de la cornada, que también rompió la vena cava, lo que le produjo en severo derrame interno», explica el médico.

«Cuanto entró a la enfermería ya lo hizo prácticamente sin pulso. Era imposible tomarle la tensión arterial de lo débil que la tenía. La muerte era instantánea. Era imposible hacer nada por él. Ni en la enfermería de la plaza ni en el hospital hubiera habido forma de salvarlo», finaliza.

Jorge B.
Periodista y director de CasoAislado.com.

1 COMENTARIO

  1. Una prueba más de que hay que acabar con el «espectáculo» taurino. Ya que no se hace por compasión hacia los toros, que se haga por los toreros muertos y heridos graves que produce.Es un sinsentido que siga habiendo corridas, se mire por donde se mire.

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