Alguien deberá asumir responsabilidades por lo que está ocurriendo en Galicia, donde se han quemado miles de hectáreas y han fallecido tres personas hasta el momento.
Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta, habló este domingo sobre «la actividad incendiaria homicida».
«Los efectos climatológicos son los más adversos posibles. Estamos sufriendo una sequía continuada y vientos cada vez más intensos», dijo. «Están jugando con vidas», ha avisado el presidente de la Xunta.
500 brigadistas despedidos
De lo que no ha hablado es de los 500 brigadistas que el Gobierno gallego decidió despedir a final de verano, tras concluir la temporada con más riesgo de incendios, aunque desde hace años, octubre también está siendo un mes malo para luchar contra ellos.
La Xunta recibió no renovar el contrato del personal que aporta al despliegue antiincendios la empresa pública Seaga, brigadistas que dejaron ya de estar operativos el pasado jueves.
Precisamente estos brigadistas denunciaron el riesgo que estaba tomando la Xunta al no renovarlos debido al alto riesgo existente.
Actualmente, Galicia cuenta con un dispositivo formado por 5.600 personas y una veintena de medios aéreos entre helicópteros y aviones, entre ellos los tres grandes hidroaviones del Ministerio de Fomento que tienen base en el aeropuerto de Santiago.