La moda de okupar sigue aumentando en España. Cada día se conocen numerosos casos de okupación de viviendas que pertenecen a familias trabajadoras que se encuentran de un día para otro con su vivienda principal o su casa de vacaciones okupadas, sufriendo enormes quebraderos de cabeza para conseguir expulsarlos.
Pues bien, en España las familias okupas no solamente se conforman con okupar viviendas de otras personas, sino que están decididos a disfrutar de las vacaciones por todo lo alto y es por ello por lo que están okupando viviendas de lujo en las costas andaluzas y de otras comunidades autónomas.
Los vecinos de urbanizaciones de lujo de localidades como Alhaurín de la Torre, Benalmádena, Marbella y Estepona han visto como diferentes familias, en su mayoría gitanas, han okupado villas valoradas en cientos de miles de euros, muy cercanas a la playa, para disfrutar de una vacaciones prácticamente gratuitas.
«Nos vamos a la playa. Llevamos aquí varios meses y nadie nos dice nada», decía una familia gitana al salir de la vivienda que okupan en una urbanización de lujo de Estepona.
Estos okupas aprovechan que la mayoría de los propietarios son extranjeros, por lo que ni se enteran de que sus casas están okupadas, además de que seleccionan casas que saben que llevan tiempo vacías, sin que sus propietarios acudan a ellas para disfrutarlas.
Algunas urbanizaciones, con tal de evitar la okupación, han instalado equipos de seguridad, han pintado las vallas con pintura antiescalada e incluso se han dedicado a poner candados en aquellas viviendas que están vacías.
Lentitud de los juzgados de Málaga
En localidades como Málaga, los procesos de desokupación pueden durar hasta cuatro años, así lo ha confirmado Fernando Pastor, presidente de Administradores de Málaga: «El problema es que en Málaga el desalojo por vía judicial puede durar hasta cuatro años y ese tiempo hace complicar todo el proceso».