Un inmigrante rumano ha sido puesto en libertad por un juzgado de Sanlúcar la Mayor pese a que agredió a dos guardias civiles en Pilas. Uno de los agentes sufrió la rotura de la nariz al sufrir un cabezazo, mientras que otro recibió un mordisco en el brazo cuando lo trasladaba a los calabozos de la Benemérita.
Pese a tratarse de un peligroso rumano con numerosos antecedentes, la Justicia ha decidido dejarlo en libertad, una decisión complicada de aceptar.
Fue el domingo por la tare, en Pilas, cuando uno de los guardias civiles acudió a intervenir en una pelea que se produjo en esta localidad y en la que estaba implicado este inmigrante rumano que posteriormente fue detenido.
En el momento de su detención, el sospechoso le propinó un fuerte cabezazo en la cara que le fracturó la nariz. Finalmente fue la Policía Local de Pilas quien detuvo a este violento delincuente.
Ya cuando estaba siendo trasladado a los calabozos de la comandancia de la Guardia Civil de Sevilla, el detenido mordió a otro guardia civil. Pese a que se le ha imputado un delito de atentado, la Justicia ha decidido dejarlo en libertad. Esta decisión ha sido muy criticada por la Benemérita.
