El pasado fin de semana, tuvo lugar la popular gala de los Goya, en la que el cine español celebraba su gran fiesta denunciando la falta de inversión por parte del Estado, mientras que algunos como Pablo Iglesias, aprovecharon el momento para hacer la pelota a unos actores que se rieron de los españoles.
A la aburrida y mal organizada gala, hay que añadir que durante el 2016, el cine español ha vuelta a demostrar estar falto de ideas, carente de actores de calidad que sepan enganchar al público nacional y sobre todo, escaso de humildad, puesto que en ningún momento, ninguno de los actores reconoció que las películas españoles, en su mayoría, aburren a los cinéfilos que acuden a las salas a disfrutas de las grandes producciones estadounidenses.
Mariano Barroso, vicepresidente de la Academia, aseguró que «las salas españolas recaudaron más de 605 millones de euros en 2016», pero lo que no quiso aclarar, es que de esos 605 millones de euros, la mayor parte es gracias a las películas extranjeras, es decir, el cine español no aporta nada a la economía del Estado, más bien resta.
La recaudación del IVA del cine español en 2016 es de 23 millones y no los 105 millones que afirmaba Barroso, siendo casi el triple las ayudas recibidas por parte del Estado (77 millones).
¡¿Los que acuden a las salas a disfrutar del Cine norteamerícano son cinéfilos!?…¡y un cuerno!
Pandilla de vagos mantenidos…Si no valís para gustar al público que os paga, a casita, a limpiar montes, que falta hace¡