Cada inmigrante sin empleo cuesta a España una media de 750.000 euros

Las ayudas públicas de nuestro sistema de protección ayudan en gran medida a todas las personas sin recursos que acuden a ellos. De este modo, un sólo inmigrante que llegue a nuestro país con 25 años y pase 50 años viviendo del sector público, supone un coste, ajustando la inflación de un 1,5% de media, de casi 750.000 euros durante su vida en nuestro país.

A esta conclusión podemos llegar si tenemos en cuenta la ayuda básica de 430 euros para desempleados sin ingresos y con cargas familiares, a lo que habría que sumarle el descuento del 40% en la factura de la luz y el gas con el bono social, y las bonificaciones con las que los ayuntamientos bonifican las facturas de la luz y en algunos casos impuestos como el «rodaje».

En total, con una ayuda media de 630 euros en 2019, (que equivaldrían a 1309 euros en 2069), a lo que habría que sumarle el gasto medio de 2.446€ al año en sanidad, la cifra es escalofriante, 737.270€. Esta es la cantidad directa que recibirían. A mayores habría que «sumar» las bonificaciones que mas arriba hemos comentado, y las ayudas al alquiler que podrían devengarse por su situación.

Si además este inmigrante decidiese trabajar sin cotizar a la Seguridad Social, caso más que habitual, la cantidad se multiplicaría. Sería interesante pensar cómo con este nivel de gasto se puede llegar a pensar que podrían pagar las pensiones de las generaciones futuras, cuando se dedicaría un gran esfuerzo público a pagar la suya propia.