Cada español podría recibir 3.000€ en ayudas por nacimiento con lo que se destina a los menas

En España existe un serio problema de natalidad, que con el tiempo, terminará comprometiendo nuestra Seguridad Social y sobre todo el pago de las pensiones. Por mucho que se intente tapar el problema, la realidad es que existe. Desde los sectores más radicales de la izquierda, se intenta vender la inmigración como la solución mágica para mitigar este déficit, pero los datos indican lo contrario.

Las ayudas estatales para las familias son muy limitadas. Durante el pasado año 2018 nacieron en España solamente 369.302 niños. En el lado contrario, sin embargo, el país sufrió la pérdida de 426.053 ciudadanos. El balance es negativo. Ya es el cuarto año consecutivo que sucede, y la situación va a peor. Son necesarias medidas urgentes que ayuden a los padres españoles a lanzarse a la aventura de tener un bebé. Porque aunque no nos guste, es en lo que se ha convertido. El alto coste de vida lleva a muchas familias a esperar cada vez más para tener hijos. En ocasiones, la espera se alarga tanto que no termina nunca. Cada vez más matrimonios no tienen descendencia.

Mientras el Estado cada vez cierra más el grifo con las ayudas fiscales para los padres, por el contrario, cada vez se aumenta más el presupuesto para el cuidado de menas y refugiados. Si bien es necesaria la labor humanitaria hasta un cierto punto, no se entiende que un centro de menas cueste más de 60.000 euros por menor. Con el presupuesto destinado a estos centros, podrían darse unas ayudas de hasta 3.000 euros por cada nacimiento, sin necesidad de aumentar el gasto público -esas partidas ya se están destinando a otros usos, con muy poca rentabilidad-.

Para hacernos una idea, vamos a poner tres ejemplos rápidos de la gestión de Pedro Sánchez en esta materia. Tan sólo en uno de sus famosos viernes sociales, durante el mes de abril, aprobó tres decretos destinados a la gestión de los menas y refugiados. En esos tres decretos se transfirieron 42.644.927€ para Acnur, ACCEM y Cruz Roja destinados a la inmigración. Unos meses antes ya había aprobado Sánchez una partida urgente de ayuda a las CC.AA. por la cual transfería 40 millones de euros para el cuidado de los menas.

Y el dinero no podría invertirse peor. Algunos centros de menas llegan a tener tantos monitores como jóvenes internos. Es el caso del centro de menas de Miranda, en Asturias. Allí hay alojados 18 menas y el centro cuenta con 18 monitores, y un presupuesto de más de 360.000 euros en nóminas.

En Madrid, uno de los centros más caros de España cuenta con un presupuesto de casi dos millones de euros para alojar a 26 menas. Los ejemplos son muchos. Es cuestión de buscarlos. Información por cierto, que no está nada clara en las cuentas de todas las instituciones, que tratan de ocultar los datos para evitar que se conozca toda la verdad sobre el problema económico de la gestión de la inmigración.

Teniendo en cuenta la realidad de nuestro país, una cifra de 500.000 nacimientos sería ideal en estos momentos. Si tenemos en cuenta que en España el 21,5% de las familias se encuentra en riesgo de pobreza (ingresos inferiores a 8.522 € por persona), nacerían hasta 107.500 niños en esas condiciones. Ayudar con 3.000 euros a todas las familias que tuvieran un bebé en esa situación costaría tan sólo 322,5 millones de euros. 322,5 millones no son nada comparado con lo que nos cuesta mantener a los 12.303 menas que actualmente tenemos en nuestro país.

 

Manuel Mic
Una persona que dice lo que piensa. Experto en macroeconomía. Sus artículos están llenos de realidad que ayudan a que nuestros lectores a conocer la actualidad tanto nacional como internacional.

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