Si hace unos días informábamos sobre la intención del Gobierno alemán de comenzar a expulsar a los refugiados sin derecho a asilo, este lunes se ha conocido un dato que denota que los alemanes están comenzando a cansarse de los refugiados que habitan en el país teutón.
Según informan varios medios alemanes, se producen cerca de diez ataques diarios contra refugiados.
Hasta la fecha, cerca de 560 refugiados han recibido algún tipo de ataque por parte de ciudadanos alemanes, quedando claro que el odio hacia los refugiados está aumentando entre la sociedad alemana.
Alemania ha estado teniendo problemas desde que Angela Merkel decidió abrir las puertas de Alemania a refugiados sirios y de otros países, creando diferencias entre los ciudadanos que ven correcto acoger refugiados y los ciudadanos que prefieren que los refugiados acudan a otros países.
Desde el partido de izquierdas Die Linke, Ulla Jelpke ha avisado de que hay que evitar que la violencia aumente: «Tenemos que evitar dar la imagen de que Alemania es un país que atemoriza a los refugiados».
«Los nazis están amenazando a los refugiados y a nuestra democracia», añade.
Por su parte, la portavoz de Amnistía Internacional habló: «Existe problemas estructurales en Alemania que deben ser solucionados. Los refugiados necesitan más protección y apoyo».