Los toros de José Escolar ofrecieron un encierro casi idéntifco a los otros tres que ya protagonizaron en los Sanfermines.
Conocidos por su pelaje gris, les correspondieron correr el segundo encierro de este 2018, menos masificado que de costumbre al estar lloviendo, lo que provocó que muchos corredores decidieras no participar a lo peligroso que se convierte el recorrido cuando llueve.
Fue en 2015 cuando este hierro de Ávila debuto en las fiestas grandes de Pamplona. Desde entonces acumulan ocho corredores heridos por pasta; tres en el primero, tres en el segundo y dos el año pasado.
Así fue el segundo encierro de los #Sanfermines2018. La lluvia fue la gran protagonista. pic.twitter.com/ewIVZ1sKAD
— Caso Aislado (@CasoAislado_Es) 8 de julio de 2018
Los astados, cinco cárdenos y dos negros, que pesaban entre 490 y 610 kilos, ofrecieron una carrera limpia, sin heridos por asta de toro. Sí se produjeron numerosos heridos por contusión, ya que el pavimento mojado provocó numerosos resbalones entre los mozos, que algunos de ellos pudieron protagonizar grandes carreras.
