Con las elecciones generales de Suecia a la vuelta de la esquina, el partido antiinmigración, Demócratas de Suecia está ganando terreno a los dos formaciones políticas habituales.
Actualmente, los barómetros electorales del país nórdico sitúan a los Demócratas de Suecia por detrás de los Moderados y los Socialdemócratas suecos, del actual primer ministro, Stefan Löfven.
Según una encuesta realizada por Ipsos, el partido liderado por Jimmie Akesson, que tiene en su programa electoral limitar la llegada de inmigrantes ilegales al país, ya contaría con un 20% de los votos, mientras que los partidos, a priori, más fuertes del país, se situarían con un 22 y 24% de los votos.
Este espectacular aumento de la formación sueca, que en 2014 obtuvo solamente el 13% de los votos, demuestra que cada vez son más los ciudadanos suecos que consideran que la inmigración se ha descontrolado.
Pese a que la encuesta de Ipsos, realizada vía telefónica a 1.818 personas, no convence a aquellas formaciones más moderadas, desde Demócratas de Suecia aseguran que sirve para confirmar que los ciudadanos del país «quieren un cambio»: «Estamos haciendo bien las cosas y confiamos en seguir creciendo de aquí a septiembre. Los ciudadanos suecos están cansados de ver al gobierno dar prioridad a los inmigrantes antes que a los suecos. Nosotros buscaremos solucionar ese y otros muchos problemas que tenemos».
