Carles Puigdemont ha cometido este sábado un grave delito de usurpación de funciones, al hacerse pasar por el presidente de la Generalitat ofreciendo una comparecencia oficial para pedir a la sociedad catalana independentista que «tengan paciencia».
El ex presidente de la Generalitat, está haciendo vida normal en Girona, donde ha ido a comer a un restaurante, siendo aplaudido y saludado por los vecinos de su ciudad.
«Nos oponemos democráticamente a la aplicación del artículo 155 de la Constitución«, dijo Puigdemont desde Girona, donde la mayoría de la población le apoya y cree en la idea independentista del que hasta este viernes era el Govern de Cataluña.
Desde el Gobierno de España han dejado claro que Puigdemont «ha sido cesado como presidente de la Generalitat a todos sus efectos», insistiendo que «toda valoración a partir de ahora corresponde a la justicia».
Es por ello por lo que la comparecencia institucional de Puigdemont ha activado todas las alarmas en las Fuerzas del Estado, que están pendientes de recibir la orden judicial de detener al president cesado de la Generalitat por un delito de sedición y usurpación de funciones.
Desde la Fiscalía se está preparando la querella contra Puigdemont y el resto del Govern, que a priori se presentará el lunes y que incluirá la solicitud de prisión incondicional.