Finalmente se colocarán bolardos y otros obstáculos móviles en lugares con gran concentración de personas en la ciudad de Barcelona.
El Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat y el Gobierno así lo han decidido este miércoles al acordar medidas permanentes en algunos tramos de la ciudad para evitar nuevos atentados como el atropello del pasado jueves.
Tras una reunión extraordinaria de la Junta Local de Seguridad, presidida por Ada Colau, así se ha confirmado. También estuvieron presentes Enric Millo, delegado del Gobierno en Cataluña y Joaquim Forn, consejero de Interior.
Además, se colocarán cámaras de videovigilancia y se creará un grupo específico para analizar riesgos y buscar conjuntamente soluciones para prevenir y gestionar emergencias.