Las políticas a favor de la llegada masiva de inmigrantes han pasado factura en Alemania. Si hace tres años, solamente el siete por ciento de los alemanes quería que los inmigrantes ilegales fuesen deportados forzosamente, ahora, dicho porcentaje se encuentra en un 86%.
Según una encuesta realizada por ‘Infratest dimap’, el 86% de los alemanes quieren que los inmigrantes sean deportados forzosamente, confirmándose que la política de fronteras abiertas aplicada por Angela Merkel solamente ha servido para que sus compatriotas no quieran más solicitantes de asilo.
Fue en 2015 cuando Angela Merkel permitió que entrara más de un millón de refugiados procedentes de Siria, Irak y otros países.
Además, el 62% de los encuestados, está a favor de cerrar las fronteras a los inmigrantes indocumentados que traten de entrar a Alemania.
Estos cambios de opinión en la sociedad alemana son debido a los cambios sociales que se han producido en el país germano desde que se abrieron las fronteras. El aumento de la tasa de violaciones, abusos sexuales y otros delitos han sido clave para que los alemanes hayan dicho basta.
Recientemente, Markus Söder, ministro Estatal bávaro, aseguraba: «La gente está perdiendo la paciencia», mientras que el ministro del Interior, Horst Seehofer, está obligando a Angela Merkel a que cierre las fronteras.
