30 árabes atacan a una joven de 18 años y a su pareja en pleno centro de Berlín

Varios medios alemanes se han hecho eco del brutal ataque que 30 jóvenes árabes protagonizaron contra una pareja que estaba tratando de tomar algo en un restaurante de comida rápida.

Según informa el diario ‘Bild’, una joven de 18 años y su acompañante, de 23 años, comenzaron a ser el objetivo de los jóvenes árabes cuando la joven, recibió varias ofensas sexuales en árabe.

Lo que no sabían es que la joven de 18 años entendía el árabe, por lo que les pidió que dejaran de insultarla, lo que provocó que la multitud presente amenazara a la pareja.

Ante la peligrosa actitud que mostraron, la pareja decidió irse del restaurante en el situado en la Hardenbergplatz, momento en el que la muchedumbre persiguió a los dos, atacándolos con sillas de las terrazas de los restaurantes de alrededor y botellas de cristal.

Una de esas botellas golpeó en la cabeza de la joven de 18 años, que cayó inconsciente al suelo y tuvo que ser llevada por su acompañante a un patio trasero de una casa situada en la calle Ansbacher, donde se protegieron de la agresiva multitud.

Al llega al lugar de los hechos, que se produjeron a las 00.30 horas, la policía logró detener a tres árabes de entre 17 y 23 años, acusándolos de un delito de agresión y alteración del orden público.

La Hardenbergplatz se ha convertido en uno de los lugares más peligrosos de Berlín.

Todas las noches, decenas de inmigrantes, en su mayoría árabes, se juntan en el restaurante de comida rápida que está situado en la plaza, ya que no cierra hasta las seis de la mañana.

Ya el pasado 3 de junio, cuatro jóvenes también fueron agredidos, por escuchar una canción israelí: «¡No quiero escuchar esta mierda aquí». Si te vuelvo a ver aquí te cortaré la garganta, maldito judío», dijo uno de los agresores a los jóvenes.

Rafael Sánchez
Rafael es un tipo decidido. Nos informa de la actualidad política española, internacional y de la cuestión migratoria. Es un gran conocedor de lo que ocurre en otros países.

1 COMENTARIO

  1. Una mujer sola no puede hablar a un hombre musulmán porque es pecado ya que una mujer equivale a medio humano, según el Islam. Y menos si lo hace una ramera no musulmana (todas las no musulmanas son rameras que deben ser ajusticiadas violadas y lapidadas). Por eso, las mujeres musulmanas siempre van por la calle en pares, de dos en dos como mínimo. Y cuando alguna habla con el frutero para comprarle la otra siempre siente la obligación de entrometerse en la conversación para complementar una mujer entera, porque de lo contrario el frutero musulmán se sentiría profundamente ofendido pues una sola mujer hablándole es como si le hablara un animal.

    Grave error de la mujer alemana no musulmana en hablar a nada menos que 30 varones musulmanes. Es muy normal que ellos se sintieran profundamente insultados pues no pueden consentir que un animal hembra les diga lo que tienen que hacer 30 hombres humanos. Y encima con escote y enseñando las piernas, cuan pecaminosa infiel.

    Lo explico tal cual los musulmanes sienten para que entiendan con qué tipo de subhumanos prehistóricos salvajes de bajo cociente intelectual estamos dejando entrar en Europa y fundiendo nuestros genes con ellos a través de nuestras femiprogres estúpidas.

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