En Girona son cada vez más los ciudadanos que están decididos a demostrar que en Cataluña la gran mayoría apuesta por la unidad de España.
A medida que han ido avanzando las semanas posteriores al 1-O, el independentismo ha visto como la ‘mayoría silenciosa’ ha dejado de callarse, saliendo a las calles con banderas de España, colgándolas en las calles y en sus propios balcones.
Girona, cuna del independentismo y ciudad de Carles Puigdemont, está viendo perder la mayoría independentista. Los vecinos no están por la labor de que los separatistas sean los únicos cuelgan sus banderas.
Si el barrio gerundense de Vilarroja se hizo popular por sus numerosas banderas de España y por dejar clara su postura en contra de la independencia, el barrio de Pont Major no se ha querido quedar atrás.
Situado al norte de la ciudad que va regir el ex president fugado, Carles Puigdemont, la gran mayoría de los vecinos han querido colgar banderas de España en sus balcones, incluso las han puesto en las calles, para que todo independentista que pase vea que dicho barrio es territorio español.
«Girona es española. Cada vez somos más los que queremos dejarlo claro. Aquí los independentistas no tienen nada que hacer«, dice un vecino.