La antisistema, que regentaba una casa rural en el Valle de Arán, valorada sobre los 250.000 euros, se ha visto obligada a cerrarlo ante el boicot que han realizado numerosos ciudadanos contrarios al independentismo, aunque ella, a través de Twitter, lo ha descrito como «amenazas fascistas».
E incluso culpa a Eduardo Inda de responsable por publicar la ubicación de la casa rural.
La ya ex diputada de la CUP, ha publicado varios tuits en los que denuncia «amenazas», por lo que ha decidido cerrar el negocio familiar para evitar problemas mayores.
«Está cerrada por amenazas fascistas. Por culpa del panfleto OKDIARIO, recibí decenas de amenazas de muerte e incluso me amenazaron con quemar la casa. Estoy acostumbrada», explica.
Además, la cupera, pide «dejarlos en paz» y «no entrar en su debate de mierda, ya que se ponen en evidencia ellos solos. Se sitúan al lado del fascismo que amenaza. Nosotros seguimos ignorándolos».
A través de las redes sociales, numerosas personas se han reído de la independentista, asegurando «que no iba ni el tato» a su casa rural.
Jajaja. Vamos, que no va ni el tato.
— Lati Gazos 🇪🇸Tabarnia🇪🇸 (@Latigo_TV) 6 de febrero de 2018
Mireia Boya tanca la seva casa rural a la Val d'Aran per 'amenaces feixistes' https://t.co/WIq7ZY4c3G
https://t.co/OBO9hOl5mv
— Mi nombre es Joe Blass🇪🇸🇪🇸🇪🇸 (@Adrian88626304) 6 de febrero de 2018
- Dónde las dan, las toman.