Wolfgang Sobotka, ministro del Interior autriaco, quiere evitar que la Unión Europea aumente la cuota migratoria de su país, alegando que el 90 por ciento de los refugiados que solicitan asilo en Austria lo hacen para aprovecharse de las ayudas sociales, algo que solamente sirve para tensar el sistema.
Desde que arrancó la crisis migratoria, la voluntad de los países por acoger refugiados, ha ido disminuyendo, incluso algunos como Polonia y Hungría han rechazado las peticiones de la Unión Europea de acogerlos.
En declaraciones al diario austriaco Kronen Zeitung, Sobotka afirma: «Austria ha soportado una gran carga de inmigrantes y refugiados entre el 2014 y el 2017. Nuestro sistema de ayudas está colapsado».
«Si se mira a los solicitantes de asilo, el 90% solamente pide vivir en Austria por las ayudas que ofrecemos. Antes teníamos 15.000 refugiados en un día, ahora llegan a los 30.000. No queremos más», añade.
«Hay que controlar a aquellos que traen a los inmigrantes y refugiados de manera ilegal a Europa a través del Mediterráneo. Son mafias que debemos controlas», concluye.
El plan de redistribución de inmigrantes y refugiados de la Unión Europea no ha gustado a muchos países, es por ello por lo que en los próximos meses podría producirse una cumbre en Bruselas para tratar de buscar una solución que guste a todos los países.