Medios de comunicación ‘progres’, como ElDiario.es, La Sexta, El País o VozPópuli, se han dedicado en los últimos tiempos a vender la idea de que la llegada masiva de inmigrantes es beneficiosa para España.
El pasado mes de marzo, El País, en su portada del día 17 de mayo, titulaba: «El futuro de las pensiones exige millones de nuevos inmigrantes».
Y no, esa afirmación no es cierta. España no necesita «millones de nuevos inmigrantes», sino una política que favorezca a las familias, al aumento de la natalidad en España y sobre todo, una mejoría de los sueldos que permitan a las jóvenes parejas tener una familia.
En aquel artículo, El País aseguraba que España necesita 5,5 millones de nuevos inmigrantes, dando a entender que España debe abrir sus fronteras a la llegada masiva de inmigrantes.
Pero sin duda alguna, el artículo que más manipulaciones a favor de la llegada masiva de inmigrantes es el que se puede leer en Voz Pópuli, escrito por Pepo Jiménez y que ha provocado las carcajadas de miles de españoles ante la evidente manipulación del mismo.
En el artículo titulado «Desmontando cinco tópicos xenófobos contra la acogida del Aquarius», se detallan cinco supuestos mitos contra la acogida de inmigrantes.
Pero lo más sorprendente, es que en el artículo, su autor, Pepo Jiménez, no duda en mentir para manipular unos hechos que están más que demostrados que sí son reales.
Por ejemplo, califica de falso que vaya a producirse un efecto llamada limitándose a decir que «el efecto llamada existirá mientras exista la desigualdad»: «Ningún padre o madre pone a sus hijo en una patera o barco a la deriva si esta es menos segura que el territorio de deja atrás».
Pues bien, el efecto llamada sí existe. Alemania y Suecia lo saben muy bien. El país teutón recibió en apenas unos meses más de un millón de refugiados por el efecto llamada que produjo las palabras de Angela Merkel anunciando que abría las fronteras para acogerlos.
En Suecia, sus políticas a favor de la inmigración, también han provocado un efecto llamada sin precedentes que podría llegar a su fin si el partido Demócratas de Suecia gana las elecciones.
En el artículo, también se califica de falso que los inmigrantes obtengan pagas: «Los inmigrantes acogidos no obtienen ningún beneficio por el simple hecho de pisar suelo español».
Decirle a Pepo Jiménez que las pagas sí existen. En Valencia, sin ir más lejos, se ofrecen ayudas de 532 euros al mes a aquellos inmigrantes que lleguen a tierras valencianas con la condición de «refugiados».
Además, en todas las ciudades de España, los inmigrantes reciben ayudas económicas para pagar el alquiler, la educación u otras necesidades.
Los medios ‘progres’ se olvidan de que los españoles no critican la llegada de inmigrantes, sino, la llegada de inmigrantes ilegales, poco cualificados y con nulos recursos para vivir sin necesidad de ayudas públicas que a la larga, cuestan miles de millones de euros a las arcas del Estado, algo que ya está pasando en Alemania y Suecia.
Pero no le voy a echar toda la culpa a los políticos y voy a extender las preguntas a los ciudadanos. ¿Realmente los ciudadanos europeos queremos a los refugiados al lado de nuestras viviendas?. Sí, esa es la pregunta. Todos somos ejemplares respondiendo a preguntas como: ¿Crees que tú país debe aceptar a los refugiados? ¿Estás dispuesto a que haya espacio para los refugiados en Europa?. Pero después pasa como con las cárceles, las depuradoras, los vertedero o los aeropuertos que nadie los quiere al lado de su casa porque son molestos, huelen mal, hacen ruidos, traen delincuencia, etc, etc. Es cierto que hay ciudadanos, organizaciones, ayuntamientos o comunidades que han puesto a disposición de los refugiados pisos, centros de trabajo medios o escuelas a disposición de los refugiados; pero también es cierto que son los menos y que incluso algunos de ellos lo han hecho por razones puramente políticas o de propaganda. https://planckito.blogspot.com/2016/10/refugiados-en-europa-sigue-la-parodia.html
Pepo, ese gran «pensador» (sarcasmo).
En mi ciudad acogieron a unos refugiados (2016), dos familias. Les pusieron ayudas, comedor escolar a los niños (ellos iban como preferentes) y piso facilitado por cierta ong y el ayuntamiento. ¿Qué pasó? Que no les dio la gana de integrarse ni de buscar trabajo y volvieron a su país «en guerra». Volvieron, eso sí, con el dinero ahorrado de las ayuditas.
Y habrá algún listillo que niegue las ayuditas que dan a esta gente.
Los hombres jóvenes llegan al país y envían el dinero a sus familias, que aún siguen en esos países «en guerra». Si envían a alguna mujer o niño es para no dar el cante (y saben que los menores de edad lo tendrán más fácil para que no los expulsen).
Todo está muy bien montado por las mafias, las ongs y los que callan ante esto.